¿Os acordáis de la receta de las "Albóndigas de toda la vida"? Pues la de los filetes rusos es muy parecida.
Cosas a favor: no hace falta hacer bolitas ni tampoco hacer salsa (sólo si nos apetece o si nos quedan filetes de un día para otro).
Cosas en contra: hay que freirlos justo antes de servirlos.
Ingredientes (4 personas)
1/2 kg de carne picada
Perejil picado
Un par de dientes de ajo
Un par de huevos
Leche
Pan rallado
Sal
Aceite
Vinagre
Elaboración
Se aliña la carne el día anterior poniéndola en un bol y añadiendo los huevos, los ajos picaditos, sal, perejil y un chorro de leche para ablandar la carne pero sin pasarse (ve removiendo y echa tanta leche como absorba la carne; si te pasas, añade un pelín de pan rallado). El procedimiento es el mismo que para las albóndigas.
Mézclalo bien y mete en la nevera.
Al día siguiente, pon aceite en una sartén para freír. Empana bolas de carne del tamaño de una pelota de ping-pong (o como te parezca! yo soy pro-ese tamaño) y aplástalas para que queden con forma de filete.
Fríelas en abundante aceite y pon los filetes ya fritos en un papel absorbente para quitar los excesos de grasa.
Si te sobran filetes de un día para otro o te apetece hacerles una salsa, rehoga otro diente de ajo con abundante perejil, añade un poco de agua, introduce los filetes y deja reducir. Añade un chorro de vinagre. Deja hervir un poco.
Y tú, ¿eres más de filetes rusos o de albóndigas?
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