Dorada a la espalda

Hoy vamos a cocinar pescado al horno. Para mí, así como el microondas es útil pero no fundamental en la cocina, el horno es indispensable. Sobre todo para cocinar pescado. Mucho más sano que cocinarlo frito y se ensucia todo mucho menos.

Este plato tiene sólo dos o tres ingredientes, no requiere mucho trabajo por nuestra parte y la dorada, o la lubina, que también nos valdría, no son ni de lejos los pescados más caros del mercado. Vamos a aprovechar todos estas ventajas para disfrutar de una receta sana, sabrosa y realmente sencilla.

Ingredientes (2 personas)

Una dorada/lubina mediana-grande

Un par de dientes de ajo

Vinagre de módena

Aceite de oliva

Sal

Elaboración

Lo primero es pedirle al pescadero que nos abra el pescado, en mi caso sin quitarme la espina, que ya sabéis que me encanta rebañar, separándolo del todo, esto es, en dos trozos independientes. Estad atentos, no os encontréis a un pescadero recién llegado que pretenda cortaros el pescado a lo ancho y no a lo largo, dejando cola por un lado y cabeza por otro ¡Ojo que parece una tontería esto que os cuento pero me ha pasado a mí!

Una vez en casa, lo limpiamos, como siempre, sobre todo la parte de la cabeza, zona de las tripas y demás (nada de sangres ni de guarrerías varias!). Una vez limpio, lo ponemos sobre un papel de cocina para que escurra bien.

Se precalienta el horno a unos 180ºC arriba y abajo. Se sazona el pescado por ambas partes y se "pincela", o sin pincel, una bandeja de horno con aceite para evitar que se pegue.

Se colocan las dos partes con la piel boca abajo en la bandeja y se mete en el horno unos 8-10 minutos, hasta que veamos que el pescado empieza a estar blanquito.

Mientras, se laminan los ajos y se rehogan con un pelín de aceite en una sartén sin que se doren! que luego irán también al horno. Se sacan los ajos rehogados incluyendo el aceite y se mezclan con un buen chorro de vinagre de módena (un par de cucharadas).

Cuando los lomos del pescado ya blanqueen, se saca la bandeja y se añae la mezcla anterior sobre ellos y se vuelve a introducir la bandeja en el horno durante unos 5 minutos más. ¡Ojo con los tiempos! Id echando vistazo de vez en cuando porque dependen del tamaño del pescado, del horno... Es importante que no se quede seco así que siempre mejor de menos que de más.

Una vez pasado ese tiempo, se saca el pescado, se emplata y se toma enseguida para que no se enfríe.

Es perfecto para acompañar con el gazpachito que os conté el otro día, cualquiera de nuestras ensaladas o incluso con unas verduras a la plancha o al vapor.

Una vez más, ¡probadlo! Y hasta la siguiente receta